Capítulo 17 y final – parte 3

¡ATENCIÓN!

Si has llegado hasta aquí por accidente: ¡ojo, cuidado! El siguiente post contiene SPOILERS… ¡qué digo spoilers!, contiene el puto final del primer libro de MBM.

Si lo que estás buscando es la primera parte del capítulo 17, pincha aquí.

Si por el contrario sabes a lo que has venido, ¡adelante!

 

El simple acto de tratar de abrir los párpados era un suplicio. Todo su cuerpo le dolía, ardía, escocía… Intentar cualquier movimiento le hacía sentir como si tuviera miles de cristales diminutos insertados en sus músculos, desgarrándole por dentro. Era la misma sensación que padecía cada vez que sus heridas se regeneraban, pero multiplicada al cuadrado en cada centímetro de su piel.

No podía permitirse el lujo de quedarse ahí, compadeciéndose, algo le decía que se encontraba en peligro. Debía despertar.

Al abrir los ojos, lo primero que vio fue la nada, un enorme vacío negro. De su boca escaparon unas burbujas, y se dio cuenta de que estaba bajo el agua a tiempo de contener la tentación de respirar. Un objeto muy voluminoso lo mantenía atrapado contra una plataforma. Su vista empezó a acostumbrarse a la oscuridad y, con la escasa luz que llegaba de las estructuras superiores bajo el suelo de Adrax, logró distinguir que se encontraba en lo que quedaba de la sala submarina. Esta había sido reducida a unas escasas ruinas sumergidas en medio del océano.

Aquello que tenía sobre el abdomen era parte de uno de los enormes arcos de la estructura. Lo empujó con ambos brazos y logró retirarlo lo suficiente para escapar. Estaba a punto de darse impulso para nadar hacia la superficie cuando cayó en la cuenta.

«¡Summer!»

Había llegado allí con ella, ¿dónde estaba? Es más, ¿qué demonios había pasado allí?

Lo último que recordaba era la cara de aquel bastardo italiano demasiado cerca de la suya, y después de eso…

Como descargas en su cerebro, le asaltaron una sucesión de imágenes extrañas, escenas que no reconocía haber vivido. Su cuerpo cambiando, convirtiéndose en algo desconocido, enorme, oscuro… Y Summer, ensartada por sus propios brazos, brazos deformes que se descomponían en cientos de filos negros.

La impresión le sobrecogió y una exclamación escapó de sus labios en forma de más burbujas. De repente, le sobresaltó la espantosa posibilidad de que Summer estuviera muerta…

De que él mismo hubiera sido su asesino.

Se negaba a creerlo, pero el tiempo se le acababa, y si no quería ser él el que acabara muerto, tenía que empezar a nadar.

Salió de la sala. Tan solo un tercio de esta resistía colgando de la estructura superior. No cabía duda de que había sido una explosión la causante de aquel caos, y reconoció la mano de la joven en aquel destrozo, en esos arcos retorcidos hacia fuera, como si hubieran sido fundidos y vueltos a forjar por la onda expansiva. Fue fijándose en ellos, concretamente en uno que sobresalía como un trampolín de la plataforma, cuando lo descubrió: el cuerpo desnudo de Summer, tumbado inerte en aquel hierro que pendía sobre el abismo oceánico.

Se apresuró en nadar hacia él. Se apoyó en un trozo de plataforma para impulsarse cuando, de repente, toda la estructura emitió un crujido, y observó horrorizado como el arco que sostenía a Summer comenzaba a caer.

«¡Joder, no, no, no!»

Nadó lo más rápido que pudo, sumergiéndose aún más en las profundidades mientras el reloj de sus pulmones corría sin miramientos y el cuerpo de la joven se hundía irremediablemente. Más deprisa, la distancia se iba reduciendo poco a poco, un esfuerzo más y la tendría. Estiró la mano y sus dedos rozaron levemente la pierna de ella, se le resbaló.

«Vamos, Summer, pon de tu parte».

Un par de fuertes brazadas más y ganó la suficiente velocidad para ponerse a su espalda. La rodeó con un brazo mientras con el otro maniobraba para cambiar la dirección y poner rumbo hacia arriba.

Cuando contempló todo el recorrido que le quedaba, sintió pánico. Era imposible, apenas le quedaba aire. No lo conseguiría. Sin embargo, se lanzó a la desesperada. Empleando todas sus fuerzas en el intento, lo que le agotó demasiado rápido. A la mitad del camino, la vista empezó a nublársele, los pulmones le ardían, sentía la cabeza a punto de estallar.

No podía más. Se mareaba. Su cuerpo demandaba oxígeno, e incapaz de contenerse por más tiempo, abrió la boca e inspiró. Y entonces, por alguna razón que escapaba a su comprensión, en lugar de agua, tomó la gran bocanada de aire que tanto necesitaba.

Abrió los ojos desconcertado. De pronto, ya no estaban bajo el océano, sino que flotaban a un par de metros por encima de uno de los muelles del puerto. Entonces, de reojo, atisbó la mano que había apoyada en su hombro. Ni siquiera se había dado cuenta del momento en que esa mano había aparecido, pero allí estaba. Y, por el color bronceado de la piel, supo quién era su dueño antes de girar la cara y encontrársele, con una sonrisa ladina, colocado detrás de él.

Antes de que pudiera imprecarle, el Domine lo soltó, y tanto él como el cuerpo de Summer cayeron sobre el cemento del muelle, mientras el italiano se posaba con suavidad. Rayo Negro dejó a la joven sobre el suelo y se preparó para hacerle frente. Se dio cuenta de que su enemigo también estaba empapado, y ya no llevaba la camisa bajo la chaqueta, sino un vendaje que le cubría la parte superior del pecho. Pero aparte de eso, parecía estar en plenas condiciones. Mientras que él, por el contrario, se encontraba extenuado y encima estaba totalmente desnudo, lo cual le hacía sentir tremendamente expuesto e incómodo.

—¿Cómo coño…? ¿Cuándo…? —trató de preguntarle, pero aún no podía respirar con normalidad.

—Creo que lo que intentas decir es «gracias» —le cortó el italiano, quien quiso acercarse a Summer, pero Rayo se interpuso—. Apártate, por favor.

—Ni loco.

—Vamos, Axel… Rayo —rectificó guiñándole un ojo—. Os acabo de salvar la vida, tranquilízate.

Por mucho que aquel tipo tuviese la capacidad de hacerle segregar bilis en décimas de segundo, tenía que reconocer que esa era la única explicación posible de que siguieran en pie. Lo cierto era que él los había rescatado, y no tendría mucho sentido tomarse tantas molestias para ahora matarlos sin más.

O puede que sí, porque si algo sabía con seguridad era que ese hombre estaba mal de la cabeza y, ni teniendo toda la lógica de su lado, se fiaría de él.

—Quizá no te has percatado de que no respira.

Aquella frase dicha con cierta irritación le sacó de sus pensamientos. Se volvió hacía la joven y comprobó que efectivamente no se apreciaba ningún movimiento. El Domine aprovechó que se había distraído para arrodillarse ante ella, tomarle el pulso y comenzar la reanimación.

Pese a que le entraron ganas de apartarle de un manotazo, tal y como Summer había hecho con él cuando intentó ayudar a Zoe, Rayo le dejó hacer. No pudo evitar sentirse inútil. En el fondo no había sido capaz de salvarla, ni siquiera había conseguido sacarla del agua. Si no hubiera sido por ese maldito italiano estarían muertos, y eso sin duda era lo que más le frustraba.

Estar en deuda con él.

Se percató entonces de que, pese a los esfuerzos del Domine, Summer no respondía. Este le dirigió una mirada de preocupación y dijo:

—Creo que no estoy haciendo suficiente fuerza, tú conoces mejor su resistencia. Ayúdame.

Contagiado por la urgencia de la situación, Rayo Negro se arrodilló al lado contrario del italiano.

—Tú empujas, yo insuflo —propuso este.

—No, déjame —ordenó mientras ponía una mano en el centro del pecho de la joven. Sintiendo una responsabilidad sobre sí como nunca antes había sentido, suspiró tratando de calmarse.

Empezó a presionar, varias veces, seguidas de una bocanada de aire. Al contacto con aquellos labios se llevó una desagradable impresión, estaban helados. Una punzada de tristeza le atravesó al echar de menos su calor y la vida que poseían cuando los probó por primera vez. Daría su alma por volver a sentirlos como lo hizo aquella noche.

Y entonces se dio cuenta.

No importaba lo mucho que se esforzara en negárselo a sí mismo, o las excusas que se inventara con la esperanza de encontrar una explicación a lo que le estaba pasando… La verdad era mucho más sencilla y obvia.

La verdad era que se había enamorado de aquella mujer hasta la médula de los huesos.

«Por favor, vive…»

Oooooh, Rayoooo, ;3; (sorry, no he podido evitarlo ^^U)

¡Quince minutos más!

31 comentarios sobre “Capítulo 17 y final – parte 3”

  1. El Domine es un buenazo 🙂 Aunque eso sí, menos mal que el boca a boca lo ha hecho él, porque si llega a ser Rayo quien besa a Summer mientras están desnuditos el tío es capaz de grabarlo todo con una sonrisa obscena en la cara XD

    1. Em, por si te ha pasado desapercibida esa parte. Rayo también acaba haciendole el boca a boca. A Summer le va a encantar cuando se entere XD

  2. *La página no me reconoce y no sé por qué*
    Tía, ya te lo dije en su momento, me repito: qué guapada de libro. Tengo MUCHAS ganas de seguir leyendo esta historia.
    Rayo me parece mucho más tierno de lo que parecía las primeras veces que le vemos en la historia, no sólo está enamorado hasta las entrañas si no que tiene detalles muy entrañables, es cuidadoso y atento, quién lo iba a decir (me encanta así). Dígame de dónde sacó el modelo real, please.
    Summer creo que todavía tiene que dar mucho juego, ha cambiado muchísimo desde el comienzo de la historia y parece que no haya hecho más que entrar en su catarsis personal.
    Felicidades por este paso de gigante, Diana. Queremos más : D

    1. *O* Uooooh!! Jo, tía, Irene, me dejas sin palabras y tonta perdía. Gracias, guapa. Ahora a ver si logro mantener el interés en los libros siguientes >3<

  3. Lo bueno es que Rayo vuelve a ser él mismo, y se acuerda!! pensé que iba a ser algo así como su doble personalidad maligna. Y se dio cuenta de que ama a Summer, por fin!! Por otro lado no me esperaba que el Domine terminara salvándolos

    PD: y la imagen??? exijo una imagen!!

      1. Lo se, cada dibujo se come un montón de tiempo, y hasta ahora han estado excelentes, es solo que hubiera sido genial un dibujo por ejemplo de la reanimación boca a boca…. digo yo

  4. Jolín, a saber cuántos litros de aire caben en los pulmones de Rayo, porque en el rato que están bajo el agua creo que una persona normal se ahogaría como 4 o 5 veces XD. Menos mal que el Domine ha aparecido en el momento adecuado y los ha salvado. Summer, respira!!! Que si no les pegará un patatús (y ahora que Rayo por fin lo ha aceptado, sería una putada – bueno, hay más peces en el mar, no? – es broma, borrad el último comentario XD). Creo que me estoy retrasando con los comentarios …
    PD: Al empezar a leer no sabía si se hablaba de Summer o de Rayo, me ha gustado. Voy a por el siguiente!!

  5. Como se puede ser tan malefica y dejarnos con la miel en los labios hasta después de las vagaciones??????
    Eso no se haceeeeeeeeeee…………. Dejarnos sin saber si vivirá o morirá, (vivirá, pero ahí queda la duda) Y encima con Culito dándose cuenta de lo que todas sabíamos desde que empezamos a leer el libro, si es que hay que ser mas espabilado y no tanto musculo………………….
    Y encima en esta parte sin dibujito para paliar las penas, uno de culito tal cual sale del agua ( pone cara de pervert)

  6. Enserio no hay cosa que mas nerviosa me ponga que el agua es que aggg… por que? respiraaa joder!
    aggg

    PD: la otra imagen de rayito daba un mal royo, le quita el morbo al asunto jajaja XDD (es que no me da tiempo al ir a la vez jajaja)

  7. ;////////////////////; Rayito… Creo que mi corazoncito se está volviendo de crema también. Me estoy deshaciendo en feels. ¿Cómo puedes ser tan lovely y adorable, culito prieto? ;^; . Quiero uno para mí \;3;/

    *va corriendo a leer las demás partes*

  8. y la imagen? mal, Diana mal, aqui se imponia imagen Rayo desnudo!!! y yo que qeria grabar la imagen en mi retina y en el fondo de mi pantalla del PC, jajajaja, por lo demás Rayo es una ternurita porfin se ha dejado de tonterias y se ha reconocido a si mismo que esta pillado por Summer ahora falta que la morena le escuche y no le reviente la cabeza de un puñetazo o le mande a tomar por culo lo que seria muy propio de ella

    1. Estoy de acuerdo, debería haber hecho un dibujo de ese momento en el que el Domine le dice a Rayo:

      ¿O quizá eso solo llegó a pasar en la versión XXX que solo está en mi imaginación? ^^UUUU

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Custom avatar Custom avatar Custom avatar Custom avatar Custom avatar Custom avatar Custom avatar Custom avatar Custom avatar Custom avatar Custom avatar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.