¡ATENCIÓN!
Si has llegado hasta aquí por accidente: ¡ojo, cuidado! El siguiente post contiene SPOILERS… ¡qué digo spoilers!, contiene el puto final del primer libro de MBM.
Si lo que estás buscando es la primera parte del capítulo 17, pincha aquí.
Si por el contrario sabes a lo que has venido, ¡adelante!
En el último año, sus citas se habían vuelto menos frecuentes. Incluso había faltado a muchas de ellas, postergándolas con cualquier excusa. Pero, en aquella ocasión, después de los sucesos que le habían ocurrido la semana anterior, tuvo la necesidad de ir a verlo.
—La verdad es que no sé por dónde empezar, Doctor —contestó al fin.
—¿Qué tal si empiezas por lo que más te preocupa?
Rayo suspiró.
—¿Se acuerda de la mujer de la que le hablé la última vez?
—Ah, sí. La de la empresa que te estaba haciendo la competencia. La señorita «S» si no recuerdo mal, ¿verdad? —apuntó el psicólogo.
—Sí, esa misma.
—¿Sigue sacándote de quicio?
—Sacarme de quicio es poco, solo que ahora lo hace en un sentido diferente —contestó mientras se frotaba el puente de la nariz con el pulgar y el índice—. No entiendo lo que me ha pasado, Doctor. Yo detestaba a esa mujer, me repugnaba solo mirarla y ahora…
El psicólogo abrió más los ojos al tiempo que descruzaba sus piernas y se inclinaba hacia delante en el sillón para escuchar mejor a su paciente.
—Creo que la quiero.
—¿Me estás diciendo que te has enamorado de ella? —preguntó el hombre. Su expresión delataba que no esperaba tal confesión.
—No lo sé… —murmuró Rayo—. Es tan extraño.
—Bueno, realmente no lo es. —Bautista carraspeó y volvió a reclinarse en su asiento—. Se suele decir que del amor al odio hay un paso, y en ocasiones también puede ocurrir al revés. Los sentimientos tan intensos como el odio, el deseo, o el amor, son muy parecidos. En cierta forma todos tratan de lo mismo, de la obsesión por una persona.
—Pero, ¿y ahora qué hago? —preguntó Rayo mostrando su creciente desasosiego—. Yo no quiero sentir esto.
El psicólogo lo observó durante un segundo con cierta condescendencia en la mirada.
—Me temo que lo único que puedes hacer es poner tiempo y distancia por medio. Aléjate de esa mujer, ten paciencia, conoce a otras personas… —le sugirió—. Se te acabará pasando.
Sin embargo, a Rayo aquellos consejos se le antojaban inútiles y demasiado lentos. Apoyó la espalda y la cabeza en el respaldo del sofá, dejando que su vista vagara por el techo.
—¿Eso es todo lo que te preocupaba, Axel?
Entonces, cayendo en la cuenta, Rayo Negro volvió a incorporarse casi movido por un resorte. Por poco se olvida de lo más espeluznante de todo lo que le había pasado en los últimos días.
—No, hay otra cosa —comenzó a explicarle, procurando no desvelar nada de las actividades a las que se dedicaba en sus ratos libres, y lo que era más importante, sin parecer un demente—: La semana pasada me vi sometido a un gran estrés, además de esto que le he comentado, tuve un problema muy gordo en el trabajo, y… creo que sufrí una ausencia.
—¿Una ausencia? —Se mostró interesado el psicólogo—. ¿Te refieres a como una crisis epiléptica?
—No, no me caí al suelo temblando, ni nada de eso. Aunque no lo recuerdo bien, sé que durante un tiempo perdí la conciencia, seguía moviéndome y haciendo cosas, pero no era yo quien tenía el control, ¿entiende? —A medida que lo iba contando, se percató de que el asunto daba más miedo de lo que había pensado en un principio. Finalmente, añadió—: De lo único que estoy seguro es de que me volví bastante violento.
Bautista dejó su cuaderno de apuntes sobre la mesita que tenía a un lado y se colocó apoyando el mentón sobre sus manos entrelazadas. Permaneció unos segundos pensativo hasta que rompió el silencio que se había formado.
—Lo que relatas apunta a un trastorno epiléptico. Verás, la epilepsia no solo consiste en desmayarse y sufrir convulsiones. Hay muchos tipos de crisis, algunas provocan alteraciones de conciencia donde el sujeto sigue en pie y hasta puede moverse, hablar y realizar acciones sencillas, pero en realidad no es consciente de lo que está haciendo. Pasado un periodo corto de tiempo, la persona vuelve en sí, sin saber que acaba de sufrir una crisis.
—Pero, Doctor, yo no soy epiléptico.
—Tuviste un accidente grave, Axel. Sufriste daños en el cerebro, por muy buen trabajo que hicieran los médicos, es normal que queden secuelas —apuntó—. Pero no te preocupes, te recomendaré un buen neurólogo, y con medicación podrás hacer vida normal. Quizá nunca vuelvas a tener otra crisis.
—Si usted lo dice… —dijo poco convencido, preguntándose para qué seguía viendo y pagando a aquel hombre. Era verdad que sus consejos le habían ayudado en un principio, pero hacía mucho que sus problemas superaban su competencia. Las soluciones que el doctor Bautista le daba, puede que sirvieran para el resto de sus pacientes normales y corrientes, pero no funcionarían con él. Unas pastillas no contendrían a aquel ser que se había apropiado de su cuerpo en la sala submarina.
—Antes de irte, me gustaría intentar una nueva sesión de hipnosis, ¿qué opinas? —propuso el hombre.
—No sé, Doctor. Tengo algo de prisa —se excusó mirando el reloj de su muñeca—. Y ya sabe que en las últimas sesiones no logré recordar nada.
—Sí, lo sé, pero esta vez quisiera probar algo distinto. No trataré de ahondar en tu pasado antes del accidente, sino que intentaré averiguar si tienes algún recuerdo subconsciente de esa crisis de ausencia que me has comentado. Al ser un suceso reciente, y posterior a la lesión, creo que es probable que podamos sacar algo en claro.
Aquello le sonó convincente, e intrigado por saber más acerca de ese momento que permanecía nublado en su memoria, aceptó.
—De acuerdo.
—Túmbate, por favor.
Rayo Negro obedeció. Cerró los ojos y fue siguiendo con la imaginación las instrucciones que le iba dando el psicólogo. Poco a poco, fue quedándose sumamente relajado hasta que Bautista juzgó conveniente.
—Muy bien, ahora dime cómo te llamas.
—Rayo Negro.
—¿Ese es tu verdadero nombre?
—Sí.
Aquella respuesta era la prueba de que su paciente estaba totalmente hipnotizado y podía interrogarle sin tapujos. Se aproximó a su escritorio y pulsando un botón bajo el tablero, un panel en la pared más próxima al sofá se deslizó desvelando un compartimento oculto. Este contenía un par de monitores, un panel con un teclado de ordenador, y debajo varias filas de cajones. El equipo ya estaba encendido y listo cuando el panel se abrió.
De uno de los cajones, Bautista sacó una pistola inyector que utilizó sobre el cuello de su indefenso paciente. Después, con cuidado, le colocó en las sienes unos electrodos que había cogido de otro cajón. Y se sentó en un pequeño taburete junto a él.
—Rayo, quiero que me cuentes lo que sucedió en la sala submarina, ¿qué provocó la explosión? —le pidió mientras comprobaba, en una de las pantallas, que la sustancia que le había inyectado empezaba a hacer efecto en su actividad cerebral.
—Yo… No pude… —titubeó su paciente—. No pude detenerla. Ella me cambió, tomó el control…
—¿Summer?
—No, Summer no… Summer solo quería huir, pero ella… —Aún con los ojos cerrados, Rayo Negro fruncía el ceño en una expresión de disgusto.
—¿Quién, Rayo?
—No lo sé…
—Sí lo sabes. Vamos, piensa. ¿Quién es ella?
Su paciente se removió sin llegar a despertarse, debatiéndose en una pesadilla. Parecía resistirse a dar dicha respuesta, como si tuviera miedo a nombrarla, hasta que finalmente lo hizo.
—La oscuridad.
A Bautista aquella revelación no le decía demasiado. Preguntándose si su paciente sufriría desdoblamiento de personalidad, quiso probar una teoría.
—¿Y dónde está? Llámala, quiero hablar con ella.
Pero no obtuvo ninguna reacción, Rayo ni siquiera se movió. Por un segundo, desvió la vista al monitor para ver si había habido un cambio en sus ondas cerebrales, y cuando volvió a mirarlo se lo encontró sentado, perfectamente recto en el sofá, observándole con unos ojos que eran completamente negros, como dos enormes huecos.
La impresión hizo que diera un respingo hacia atrás, cayéndose del taburete. Desde el suelo contempló como su paciente se incorporaba, y su considerable estatura se le antojó, en ese instante, enorme como una montaña a punto de caerle encima.
La misma escena, solo que vista desde otra perspectiva, se repetía en ese momento en una de las muchas pantallas que había en aquella sala designada con el nombre de “departamento de observación”. Una pequeña división superviviente de lo que un día fue una empresa puntera llamada Kimantics.
De repente, la imagen se congeló, deteniéndose un segundo antes de que Rayo Negro agarrara por el cuello a su apreciado psicólogo.
—Le advierto que lo que viene no es muy agradable —comentó el hombre que había pausado la grabación de seguridad.
Absalom, molesto por aquella interrupción venida del que era su subordinado directo, dijo:
—No importa, Samuel, quiero verlo.
El hombre volvió a pulsar el botón de su panel, y el video continuó desvelando cómo el doctor Bautista moría atravesado por los afilados relámpagos de Rayo Negro. Después, este se quitó los electrodos y abandonó el despacho, saliendo del campo de visión de la cámara.
—Se despertó en la recepción de la consulta, desorientado y sin recuerdos del incidente. Tuvimos que decirle que era consecuencia de la hipnosis —le informó Samuel.
—Entonces, ¿en ningún momento era consciente de lo que estaba haciendo?
—No. Al menos eso es lo que muestra el electroencefalograma.
—Quiero que esto se siga investigando —pidió Absalom—. Si ha sido un episodio aislado, o si resulta que va a más. Aumenten la vigilancia sobre Rayo Negro.
—De acuerdo.
—Señor Absalom —lo llamó una mujer, la única entre los tres empleados de aquel departamento. Normalmente, una sola persona se bastaba para vigilar los escasos cambios que se detectaban en aquella sala. Pero, desde que días atrás se produjo el suceso, habían aumentado el personal a dos supervisores—, capto una nueva oscilación en el campo electromagnético.
Absalom se acercó a ella y comprobó lo que esta veía en su pantalla.
—Según mis cálculos, habrá hasta tres terremotos más antes de que el núcleo vuelva a la normalidad —le dijo la mujer.
—Es increíble. Y esto solo con una sinergia del setenta y tres por ciento, a kilómetros de distancia del núcleo —comentó Absalom al tiempo que señalaba a la pantalla—. Por fin estamos avanzando, Samuel.
—Sí, señor —contestó este correspondiendo a su sonrisa—. Pero ¿qué hacemos con Rayo Negro? Bautista no pudo terminar la sesión de adoctrinamiento, y ya ha visto que sus sentimientos por ella han cambiado.
—No importa. Hemos intentado enfrentarles durante más de un año sin conseguir nada, y justo después de ese cambio pasa todo esto —dijo Absalom sin quitar los ojos de la gráfica que se mostraba en la pantalla y que tanta esperanza le transmitía—. No puede ser casualidad.
—¿Entonces…? —preguntó Samuel pues no estaba seguro de qué se suponía debían hacer.
—Dejemos que la naturaleza siga su curso.
Ces’t fini!
Espero que os haya gustado el final. Madre mía, ya te digo que si lo espero ;_;
Pero si hay algo que aún me haría más ilusión, como autora y madre de estos nenecitos, es que os hayáis quedado con ganas de leer más sobre ellos.
En fin, mañana subiré el post con todo el capi unido y en los formatos para descarga. Y ya os contaré un poco mejor lo de la pausa vacacional y las cosillas que os esperan en septiembre. Ahora, os dejo con ese final. Sugiero que lo mastiquéis bien, pues no habrá más droja en unos cuantos meses. ;P
Y me voy a contestar vuestros comentarios que con esto de ir preparando los posts, no he podido ^^U
asldkfjalkgjalksdjlaskjf *.*
Así normal que me le tengan hecho un cacao al pobrecito ;_______; Que fuerte todo! O.O
Que fuerteeeee que rayito se nos vuelve malooooooo o.O
Por mi parte diré que este webcómic es genial y que esperaré con ansias la continuación, sigue así Diana!!
Esta conclusión es como esas escenas detrás de los créditos…
«Esto no es el final… Es el principio de tooooodo lo que vendrá más adelante» : )~
Si en el trozo anterior me daba penita del Dómine, aquí Rayo se lleva todo ese sentimiento. Aquí es donde una se da cuenta de que no es mal tipo, pero le han convertido en un monstruo mucho más terrible de lo que parecía, y en un asesino imperturbable ´_` Y lo peor es que ni siquiera lo sabe.
Ay señor, ay señor, que me huelo lo que pasa XD
OMG… Rayo ahora me da miedo, pero dios en serio, ¡me huelo lo que pasaaaaa! : D *ríe maléficamente en la distancia* Como acierte me parto xD
Me da pena el psicólogo, eso sí, pero… Me sorprendió que estuviera metido en el ajo, que fuera de Kimantics. La cosa empieza a ponerse MUY interesante xD Va a ser un largo mes sin droja… D:
¡Pero mola! *_*
El tren del hype me va arrollar hasta que empiece el libro 2, lol xD
Eso espero, que dure el Hype. Ya me encargaré de mantenerlo vivito y coleando 😉
AHAHAHAHAHAHAHAHA Una empresa controladora, loca, y con mucha droja en el cajón de emergencias con locos planes conspiratorios (o eso parece) y muchos seguidores! YUJU!
*-* como molas las empresas malas, conspiratorias, manipuladoras y con perritos atados con correa… (Si, eso va por ti Rayo ;P) xDDDD
T_T Ahora viene el mono
Recuerdo Nyneve que te quejaste de cuando se desvela el origen de los poderes de Rayo en el capítulo 11, ¿te acuerdas? ¿O no fuiste tú? Bueno, pues que sepas que ahí tuve que morderme la lengua muy fuerte pero vamo, ya ves que no es algo tan simple como un accidente de coche y una reconstrucción superguay y supermoderna. 😉
Le tienen la cabeza hecha una mierda! Así a cualquiera se le escapan escorpiones de oscuridad de vez en cuando!! D:
Esto es un pedazo de final, que conste. Los shock-epílogos son una de mis cosas favoritas~ Genial, de verdad :3
Los meses se van a hacer largos, pero… pero nada, los meses se van a hacer largos ¡^¡
XDDDD
Intentaré no demorarme mucho con el nuevo libro ^^ Pero bueno, quedan muchas tiras y cosillas por subir. Y sorpresas 😉
Rayo hablando de sus problemas amorosos con un psicólogo…. quien lo hubiera dicho.
Ahora resulta que Kimantics va a estar metido en todo. Eso de que vigilen a Rayo no me da buena espina, y pensar que son los responsables de que Rayo odiara a Summer en un primer momento, ¿qué estarán tramando?
La espera por el siguiente libro se me hará eterna con todas las dudas que quedaron sin resolver… Pero no importa, lo bueno se hace esperar.
PD: mi pronostico para el futuro es que Rayo, Summer y el Domine van a terminar siendo amigos gracias a Kimantics
Dios!! (ahora si jajajaj) Como lo puedes dejar así de emocionante durante meses?? Es que quieres que nos quedemos sin muñones ni brazos, por mordérnoslos por la espera???
O sea que el psicólogo estaba en el ajo, pos que se joda….
Absolom o como sea, cada vez me cae peor, estoy pensando en ponerle un petardo en su oficina………
Pobre Rayitooooooo!!! Que penita me dio en esta parte. ya que el pobre tiene el coco mas liao que antes…
Y. quien sera esa tal oscuridad que se apodera de el cuando menos se lo espera????
Muchas incógnitas y muchas preguntas sin respuesta aun……………..
Claro, es lo que tienen las series, o las sagas de libros. No todo va a resolverse así de un plumazo en la primera parte 😉
Pero qué epílogo más chungo!!! y cuántas incógnitas nos dejas abiertas!!
Me raya mucho lo de los terremotos y el núcleo ese, que tiene toda la pinta de ser el meollo gordo de la historia, los orígenes o algo. Y lo dejas caer así como si nada, perraca!! xD ¿qué tratan de sacar los de Kimantics de ese «núcleo»? ¿Necesitan que Summer y Rayo se den de leches para que al chocar sus energías activen ese núcleo?
Y del capi anterior, ¿quién contrató al Domine?
Demasiadas incógnitas! pero de veras, te aplaudo porque MBM me ha parecido la releche, y tiene de todo! Claro que me quedo con ganas de muchas cosas más, de saber del resto de personajes secundarios, y de ver cómo avanza Rayo y su desdoble de personalidad, y esta Summer que se ha quedado tocada tras el encontronazo.
Ufff, demasiado!!! olé ole y ole!
Claro que sí. Aún quedan cosillas por desvelar, y también más risas, más acción… Y sobre todo ¡más lios entre personajes! 😉
Buaaaahhhh! Ahora a aguantar el síndrome de abstinencia hasta septiembre … Seguro que valdrá la pena!!
Pobre Rayo, si es que uno no se puede fiar ni de su psicólogo XD. Ya me imaginaba algún tipo de control sobre él (por parte de los de Kimantics o de alguna empresa enfrentada), pero no tan directo ni con hipnosis.
Lo que no he entendido muy bien ha sido lo del núcleo, los terremotos y la sinergia del 73% (la de la explosión de Summer y Rayo). Esto pinta cada vez más turbio …
Y lo de «la oscuridad» es muy chungo … Algún ente toma el control del cuerpo de Rayo y hace fechorías, que miedo!
Ha sido mucha información en poco tiempo, así que esperaré a mañana para bajarme y releerme el capítulo completo y procesar la información – espero tener algún otro comentario para entonces.
Enhorabuena Diana por el libro!! No sólo ha acabado de manera espectacular, sino que deja muuucho con las ganas de seguir con la historia. Realmente lo que hemos leído hasta ahora era la punta del iceberg, la presentación de lo que está por venir … Gracias por escribirla y compartirla!!
No te preocupes por no haberlo entendido. No quería que se entendiese 😉 Pero sí, la sensación que se te ha quedado es lo que buscaba.
Me alegra mucho que te haya gustado el final. Ahora espero mantener el nivel con los siguientes libros ^__^
Tranquilo, no tienes porque hacerme comentario largo si no quieres. No te sientas obligado, vamos.
No manches!!!!!! me esperaba otra cosa, pero esto no defraudo, ya quiero saber que sigue y sobre todo como!!!
Sin palabras………. Como q «La Oscuridad»… Eso da un poco de miedo… Ademas como q desde hace tiempo querian q se enfrectaran… Pobre Summer lo q le espera con Rayo ….me has dejado con mucha intigra y con mas ganas de q saques el siguiente libro.. Solo esperare septiembre …. Ahora te admiro mucho mas Diana.. Eres una Gran escritora… Espero con ancias el siguiente libro….
Muchas gracias, guapa. Me alegra que te haya gustado el final ^^
Espero verte por aquí en septiembre.
Que Fuerte, pobre Rayo, el iba a psicologo y el cabron le adoctrinaba y le hacia odiar a Summer sin él saberlo, y pobre Summer normal que haya tragado litros de odio, como odio a Absalom y a los de Kimantics, y eso de la oscuridad me preocupa Rayo me recuerda a los Vampiros del clan Lassombra de Vampiro la Mascarada y tambián a Spiderman cuando le posee el simbionte Venom, pero lo que tengo clarísimo es que la espera hasta septiembre y hasta que pueda seguir leyendo tu historia se me va a hacer eterna
Pues sí, lo del «escorpion» este funciona algo parecido a lo de Venom. Pero no es un simbionte, claro está ^^U
No he leído la Mascarada, pero bueno, imagino que por haber tiene que haber miles de cosas parecidas, que no es que yo sea lo más original del mundo, ni por asomo ^^U
Me alegra saber que te quedas con ganas de más. Lo dicho, intentaré no tardar mucho en publicar el siguiente libro. Y mientras seguiré subiendo cosillas por aquí.
¡Gracias por leer! ^^
Woowowowow! Que fuerteeeee!! Como nos dejas asi!!??
Jajaja, nada, te deseo felices vacaciones y ojalá vengas en septiembre con las pilas cargadas a repartirnos nuestra ‘droga’ 🙂
Muchas gracias 😀